Sumérgete en la elegancia y la delicadeza de la cocina italiana con este risotto a la milanesa, un plato emblemático de Lombardía. Realzado con azafrán y parmesano, este manjar dorado y cremoso es una verdadera invitación al placer de los sentidos.
El risotto a la milanesa, el oro de Italia en tu plato
Descubre cómo preparar un risotto con una textura aterciopelada y un sabor refinado. Gracias a la infusión de los estambres de azafrán y la suavidad del parmesano, cada bocado te transporta directamente a Milán. Sigue nuestra receta y domina el arte del risotto a la perfección.
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¿Origen de esta receta italiana?
El risotto a la milanesa, emblema de Milán, debe su color dorado y su sabor único al azafrán. Una leyenda cuenta que en 1574, un aprendiz de vidriero añadió esta especia al arroz durante un banquete, dando lugar a este plato icónico. El arroz, introducido en Italia por los árabes y cultivado en Lombardía desde el siglo XVI, se impuso gracias a su riqueza en almidón, ideal para un risotto cremoso. El azafrán, especia preciosa originaria de Oriente, era entonces un símbolo de refinamiento y fiesta. La receta tradicional combina arroz carnaroli o arborio, caldo de carne, médula ósea de vaca, mantequilla, vino blanco y parmesano. Esta unión de ingredientes sencillos pero nobles crea un plato con una textura aterciopelada y sabores profundos. A menudo acompañado de osso buco, se ha convertido en un pilar de la cocina lombarda. Servido tanto en trattorias como en restaurantes gastronómicos, encarna la elegancia y la tradición milanesa. Hoy en día, el risotto alla milanese sigue cautivando con su delicadeza y su fascinante historia.
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Dificultad 3/5 Costo medio Tiempo de preparación 15 min Tiempo de cocción 20 min Gluten |
Porciones 4 Calorías 450 kcal Utensilios cacerola, sartén, cuchara, rallador, espátula Temporadas todo el año |
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Riz arborio 300 g Caldo de ave 1 L Vino blanco seco 100 mL Azafrán en estambres 1 pizca Parmesano rallado 50 g Mantequilla 40 g Pimienta negra |
1 Calienta un poco de caldo y agrega los estambres de azafrán. Deja infusionar durante 10 minutos.
2 En una cacerola, sofríe la cebolla finamente picada en aceite de oliva hasta que se vuelva translúcida.
3 Añade el arroz y sofríelo durante 1 a 2 minutos mientras remueves. Desglasa con el vino blanco y deja que se evapore.
4 Vierte el caldo caliente, cuchara por cuchara, removiendo continuamente hasta que se absorba. A mitad de cocción, incorpora la infusión de azafrán.
5 Cuando el arroz esté tierno y cremoso (aproximadamente 18-20 min), retíralo del fuego y agrega la mantequilla y el parmesano. Mezcla suavemente.
6 Ajusta la sazón con sal y pimienta negra recién molida. Sirve caliente con unas virutas de parmesano.
Maridaje recomendado de vino
Un vino blanco seco y afrutado, como un Gavi o un Chardonnay, realzará los aromas del azafrán y el parmesano.