Descubre cómo preparar una focaccia suave y aromática, ideal para acompañar tus comidas o disfrutar como aperitivo.
Focaccia casera, una especialidad italiana suave y aromática
Con su masa generosamente rociada con aceite de oliva y su textura aireada, esta receta fácil resalta la simplicidad de los ingredientes italianos de calidad. ¡Personalízala con hierbas, aceitunas o tomates cherry para un resultado aún más sabroso!

👨🍳 La focaccia es solo el comienzo…
Descubre los auténticos sabores de la cocina italiana con mi libro «Cuatro estaciones de sabores italianos». Recetas tradicionales de Roma, Nápoles y Sicilia: amatriciana, saltimbocca, tiramisù y mucho más. ¡Trae el verdadero gusto de Italia a tu hogar!
📘 Explorar las recetas del libroOrigen de esta receta suave
La focaccia es una especialidad culinaria originaria de la región de Liguria, en Italia. Tradicionalmente apreciada por su simplicidad y carácter social, a menudo se considera el ancestro de la pizza. Preparar una focaccia casera es redescubrir la autenticidad de un pan dorado con aceite de oliva, suave por dentro y ligeramente crujiente por fuera. ¡Personalízala a tu gusto!
A continuación, te mostramos la receta detallada para lograr esta emblemática focaccia con masa casera e ingredientes de calidad.
|
|
---|---|
Dificultad 2/5 Coste bajo Tiempo de preparación 20 min Tiempo de reposo 1 h 30 Tiempo de cocción 20 min Vegetariano |
Porciones 6 Calorías 300 kcal (por porción) Utensilios bol, horno, bandeja de horno, paño de cocina Temporada todo el año |
|
|
Masa Farina tipo 00 500 g Agua 400 ml (a temperatura ambiente) Yeast fresca 5 g Aceite de oliva 2 c. a sopa Sal 1 c. a café Azúcar 1 c. a café |
1 Prepara la masa. En un tazón pequeño, disuelve la levadura y el azúcar en el agua a temperatura ambiente. Deja reposar 5 minutos hasta que la levadura se active (debería aparecer una ligera capa espumosa). En un bol grande, mezcla la harina y la sal. Vierte gradualmente la mezcla de levadura y agua, luego agrega el aceite de oliva. Mezcla hasta obtener una masa homogénea. Amasa durante 10 minutos (a mano o con batidora). Cubre el bol con un paño y deja reposar en un lugar cálido durante 1 hora 30, o hasta que la masa doble su volumen.
2 Extiende la masa. Una vez que haya levado, desgasifica suavemente la masa. En una superficie ligeramente enharinada, estírala para formar un rectángulo o círculo según la bandeja de horno. Coloca la masa sobre una bandeja forrada con papel de horno o enharinada. Con los dedos, haz pequeños huecos en toda la superficie.
3 Rellena y hornea. Precalienta el horno a 220 °C. Riega generosamente la focaccia con aceite de oliva, espolvorea con sal gruesa y agrega tus ingredientes favoritos (romero, tomates cherry, aceitunas…). Hornea durante 20 minutos o hasta que la focaccia esté dorada y crujiente por los bordes.
4 Sirve. Deja enfriar ligeramente antes de servir. La focaccia se puede disfrutar tanto caliente como fría, sola o acompañada de embutidos y queso. ¡Buen provecho!
Maridaje recomendado
Acompaña tu focaccia con un vino blanco seco como un Vermentino o un Prosecco para realzar los aromas del aceite de oliva y las hierbas.